Corre el año 1987. Es el final del verano, la última ola de calor real antes de que llegue el otoño, y el cielo está tan azul que no te lo puedes creer. Acabas de llegar a unos grandes almacenes en busca de un reloj nuevo; el tuyo se estropeó al caerte en una piscina. En la vitrina, orgullosamente presentada entre las ofertas de muchos otros fabricantes de relojes, hay una colección de relojes nuevos de Timex. En el centro hay uno que no se parece a los demás. Te llama la atención. No puedes apartar la mirada.
Haces un gesto al dependiente que está detrás del mostrador y este abre la vitrina desde atrás con una pequeña llave de latón, y el reloj pasa hacia arriba y por encima del cristal hasta ti. Al mirar fijamente la esfera (una pantalla, en realidad, una pantalla LCD elegantemente dispuesta con agujas que se deslizan en negro contra el gris frío que hay debajo), comprendes que se trata de algo más que un simple reloj de pulsera. Coges la cartera.
¿Qué puede hacer este reloj? ¿Qué puedes hacer tú ahora que el reloj es tuyo? El tiempo, como siempre, lo dirá.
El amanecer de la cronometración de cuarzo de Timex
El cronometraje de cuarzo llegó para quedarse en el año 1987, cuando Timex lanzó su primer reloj híbrido analógico-digital, el que inspiró nuestro Q Timex LCA Reissue. Ese reloj original era vanguardista para su época, ya que combinaba diseños futuristas y tecnología de vanguardia para indicar la hora analógica de la forma más precisa y exacta posible.
Pero la asombrosa precisión del cuarzo no es el atractivo del Q Timex LCA Reissue ni de su predecesor de 1987. El atractivo de este reloj es la combinación de tecnologías: precisión digital y múltiples funciones futuristas en un modelo que casi podría pasar por anticuado. El atractivo es tener el pastel y comérselo también.
Es esta adopción de la tecnología moderna lo que coloca claramente al Q Timex LCA Reissue junto a otros relojes Q Timex . La gama Q Timex original nació de un gran cambio, cuando la crisis del cuarzo de la década de 1970 amenazó con abrumar a los relojeros mecánicos tradicionales con más precisión, diseño más versátil y más valor.
Revolucionando el diseño de relojes: la filosofía Q de Timex
Pero con un espíritu que se ha repetido desde la década de 1970 hasta 2020, Timex no se limitó a pulsar un interruptor y seguir fabricando los mismos relojes de siempre, ahora con pilas en lugar de resortes. En cambio, la empresa hizo lo que siempre ha hecho: reconoció esa nueva ola de tecnología y se preguntó cómo podía aprovechar al máximo una nueva frontera tan atractiva en la relojería. Adoptar y aprovechar todo lo relacionado con la nueva tecnología "diseñando nuevos relojes icónicos teniendo en cuenta específicamente la cronometración de cuarzo, en lugar de simplemente producir más de lo mismo" fue la clave para Q Timex. Ese reloj de 1987 fue emblemático de este espíritu innovador, y sigue siéndolo más de tres décadas después.
Con el reloj original de 1987 de los archivos como referencia, Timex realizó varias actualizaciones sutiles: la pantalla es más clara y resistente que antes. La caja y la pulsera ahora están hechas completamente de acero inoxidable, con una resistencia al agua y una durabilidad mejoradas. Las dimensiones son aproximadamente las mismas, porque el buen diseño de relojes de pulsera siempre ha sido un buen diseño de relojes de pulsera. Y los botones pulsadores, el sistema de iluminación anterior a INDIGLO® y otros detalles retro que lo hacen divertido siguen presentes; esta reedición moderna no podría vivir sin ellos.
Reedición del Q Timex LCA: un guiño moderno al pasado
Timex sigue mirando hacia el futuro en estos tiempos inciertos, como lo ha hecho en muchos otros tiempos inciertos. Y es porque Timex siempre ha mirado hacia el futuro que la empresa renueva hoy este diseño vanguardista. El Q Timex LCA Reissue es un renacimiento moderno de un reloj que realmente estaba destinado a un futuro brillante y reluciente en 1987, un reloj que siempre estuvo destinado a 2020 y más allá.